Si hay un alimento que concentra las características de la dieta mediterránea, este es, sin duda, el aceite de oliva. Por sus beneficios para la salud, por su versatilidad y por su sabor es un producto extraordinario.
Nos comentan los fabricantes de Oiltopía, una marca de aceite de oliva elaborado en Villa del Río (Córdoba), que se use tanto en crudo como cocinado, el aceite de oliva virgen extra realza los sabores de los alimentos a los que acompaña.
Se sabe que el cultivo del olivo se hizo intensivo en la península griega del Peloponeso hace 4.000 años. En el siglo X antes de Cristo, la ciudad fenicia de Biblos, en el actual Líbano, era conocida por la elaboración de aceite de oliva.
En el antiguo Egipto, el aceite de oliva se utilizaba en la elaboración de ungüentos y productos de cosmética. Son los judíos asentados allí los que lo introducen en la gastronomía, siendo un elemento omnipresente en todos sus platos. En Egipto había olivares plantados en la desembocadura del Nilo, en Alejandría. Sin embargo, por las condiciones climatológicas y por la variedad de la planta, aquellos olivares no eran muy productivos, por lo que tendían a comprar el aceite a los griegos.
En Grecia, el aceite de oliva es un elemento fundamental en la economía y en la sociedad. Además de utilizarlo en la elaboración de platos, el médico Hipócrates se refiere a él como un efectivo analgésico para tratar cefaleas, dolores musculares y malestar intestinal. En las olimpiadas de la antigüedad se condecoraba a los ganadores de las pruebas con una rama de olivo que se colocaba en la cabeza a modo de corona. Era el símbolo del triunfo.
Los fenicios introducen el olivo en España sobre el año 1100 antes de Cristo. Su cultivo se populariza en el sur de la península, sobre todo en las tierras bañadas por el Guadalquivir. Es tal la fama que adquiere el aceite de oliva bético, que en el siglo I, la actual Andalucía, se convirtió en el principal suministrador de aceite de la ciudad de Roma.
Recogiendo la tradición griega, los romanos convierten el aceite de oliva, junto con el trigo y el vino, en los ejes básicos de la producción agrícola. Partiendo de este planteamiento, extienden el cultivo del olivo por todo el Mediterráneo. Era tan importante para ellos el aceite de oliva que lo consideran como un criterio para distinguir a los pueblos bárbaros. Aquellos que no sabían cocinar con aceite.
Estos son algunos elementos que hacen del aceite de oliva un producto tan especial:
Beneficios para la salud.
Es de sobra conocido que el aceite de oliva es beneficioso para nuestra salud. La revista Mejor con Salud enumera sus beneficios. Destacamos 10:
- Ayuda a perder peso.
El aceite de oliva virgen se puede incluir como aliño en dietas destinadas a la pérdida de peso. No contiene grasas poli saturadas y es rico en aceites omega-3. Tiene un efecto laxante que ayuda a evacuar las deposiciones. Varios estudios han demostrado que si se toma regularmente, sobre todo crudo, contribuye a la reducción del Índice de Masa Corporal (I.M.C.), la relación entre peso y altura. De todos modos, no es bueno abusar de él, ya que tiene una alta concentración de calorías y puede ser contraproducente.
- Alivia inflamaciones leves.
El aceite de oliva tiene efectos antiinflamatorios. Ayuda a reducir dolores en las articulaciones y los músculos. Popularmente, se utiliza para dar un suave masaje circular para aliviar el dolor y la inflamación en zonas localizadas. Si se integra en la dieta, actúa desde el interior del cuerpo.
- Previene el deterioro mental.
Por su contenido de grasas saludables previene el deterioro de las células del cerebro. Aunque no lo evita, ni lo elimina, ciertos estudios apuntan a que retrasa el desarrollo de enfermedades como el alzhéimer.
- Propiedades anticancerígenas.
Se sabe que el aceite de oliva contiene elementos antioxidantes que dificulta la aparición de células cancerígenas. Siendo efectivo en cánceres localizados en el aparato digestivo.
- Un buen aliado contra la diabetes.
Las grasas saludables del aceite de oliva ayudan a regular el nivel de azúcar en sangre y, aumente la producción natural de insulina. Algunos médicos sostienen que su consumo reduce hasta en un 50% los casos de diabetes tipo II.
- Refuerza el sistema inmunitario.
Los antioxidantes y los aceites esenciales presentes en el aceite de oliva refuerzan las defensas de nuestro organismo. Favoreciendo que nuestro cuerpo se encuentre más fuerte ante las agresiones de agentes externos.
- Controla la presión arterial.
Son conocidos los beneficios que tiene el aceite de oliva para la salud cardiovascular. Entre otras cosas por su aporte de aceite Omega 3 al organismo. Por extensión, ayuda a regular la presión arterial diastólica y sistólica.
- Reduce el colesterol.
El aceite de oliva aporta a la sangre grasas monoinsaturadas que aumentan el HDL, el llamado colesterol bueno, reduciendo los índices de LDL, el colesterol malo. Ocasionado por las grasas poli insaturadas. El aceite de oliva, sobre todo en crudo, se puede integrar en dietas dirigidas a reducir los índices de colesterol.
- Tratamiento de úlceras.
Ciertos estudios médicos destacan la capacidad que tiene el aceite de oliva en la cura de úlceras tanto internas como cutáneas. Ayudando a la regeneración de las células. Cabe desatacar, además, de que se trata un producto sin efectos secundarios.
- Beneficios sobre la piel y el cabello.
El aceite de oliva es un producto con alto valor nutritivo. Por un lado, nutre el cuero cabelludo haciendo que el pelo salga con brillo y vigor y, por otro, aumenta la flexibilidad y elasticidad de la piel. Ralentizando la aparición de los llamados signos del envejecimiento e hidratando la piel de forma natural. Encontramos el aceite de oliva como ingrediente de productos cosméticos y como base para remedios caseros. Aparte de ello, su consumo habitual mejora nuestro aspecto físico.
Beneficios en la cocina.
Los cocineros de todo el mundo coinciden en destacar las propiedades del aceite de oliva en la cocina, lo que lo convierte en uno de los aceites preferidos. Para empezar tiene una mayor resistencia a las altas temperaturas que el resto de los aceites vegetales. Puede soportar hasta 180 grados.
El aceite de oliva en la sartén se desdobla. A medida que se va calentando se hace más líquido y ocupa un mayor volumen. Por lo que para freír, necesitamos menos cantidad que con otras grasas.
Es un aceite perfecto para las frituras. Al freír los alimentos en aceite de oliva, estos pierden menos nutrientes. Impregna menos los alimentos, haciendo que queden más crujientes y jugosos, sin invadir su sabor.
Por su estabilidad, el aceite de oliva se puede reutilizar para varias frituras. Filtrándolo después de cada uso y procurando no usar indistintamente el mismo aceite para carne que para pescado, haciendo que no se mezclen los sabores.
El aceite de oliva es de fácil digestión. No suele producir reflujo, ni ardor de estómago y genera menos acidez que otros aceites.
Es un estupendo potenciador del sabor. Realzando el sabor natural de los alimentos y añadiéndoles un suave toque aromático muy característico.
Por último, este aceite es un fabuloso conservante. Si sumergimos determinados productos en aceite de oliva virgen estos se pueden conservar durante mucho más tiempo. Es el caso del famoso lomo de orza. Unas tinajas de barro en las que se introduce filetes de lomo de matanza, consiguiendo que se puedan consumir durante meses. Este método de conservación lo podemos ver en otros productos como el queso en aceite, los chorizos, las costillas o la morcilla.
Infinitas aplicaciones.
La web del Grupo Gastronómico Gaditano hace un repaso por la inmensa variedad de métodos y formas de cocinado en las que se emplea el aceite de oliva. Tanto en crudo como en caliente. Estas son algunas de ellas:
En crudo.
- Aliños. Es por ejemplo cuando rociamos un chorro de aceite sobre un pulpo a la gallega.
- Además del gazpacho andaluz, el aceite es un ingrediente básico en otras sopas frías del mismo estilo como el ajo blanco y el salmonejo.
- Lo podemos rociar directamente sobre la ensalada o como base para elaborar aliños y vinagretas.
- El aceite se emplea en el adobo de pescados para fritura como el cazón o la caballa.
- Este aceite enriquece salsas como la mahonesa, el alioli y el pesto.
Cocinado
- Se trata de cocciones a baja temperatura. Una técnica muy utilizada en la actualidad.
- Se utiliza tanto para la fritura de salados como en dulces: rosquillas, churros, torrijas, dulces de semana santa, etc.
- Sofreír la verdura es una técnica básica en la elaboración de guisos.
- Sustituye a otras grasas animales como la manteca, haciendo que los asados salgan más sabrosos y ligeros.
El aceite de oliva es un alimento básico que no puede faltar en nuestra cocina, si lo que buscamos es una comida sana y sabrosa.