El ideal de belleza para muchas mujeres europeas es la cosmética coreana. Un tipo de cosmética que se centra más en cuidar la piel que en esconder las imperfecciones. Tal es el impacto que ha tenido, que muchos profesionales la consideran como la mejor cosmética del mundo.
Felícitas Medina Alamillos, creadora de la web Pibu Cosmetic, una profesional que lleva más de 25 años dedicada al mundo de la estética, descubrió la cosmética coreana fruto de un proceso de investigación por encontrar los mejores productos para sus clientas. Desde entonces se quedó rendida a sus beneficios y no ha parado de prodigarlos. Igual que difunde el ritual de belleza coreano, también reconoce que a Europa solo nos llega una pequeña parte de todo lo que se hace en Corea.
La cosmética coreana parte de un punto de partida que puede resultarnos filosófico. La belleza es un reflejo de la salud. Por tanto, para que una mujer esté bella, debe estar saludable.
Las coreanas reservan 45 minutos cada día para realizar todo un protocolo de cuidado, que no se basa en otra cosa más que en hidratar y nutrir la piel, empleando para ello productos naturales. Su rostro resplandeciente y su piel tersa y suave es el resultado de ese proceso continuado de cuidado de la piel.
Una historia milenaria de cuidado personal.
La revista Sportfem señala que la cosmética coreana se remonta al año 8000 antes de Cristo. Muchas de las recetas de serums y cremas que se utilizan en la actualidad fueron redactadas en el siglo X de nuestra era. Cuando Europa estaba sumergida en plena edad media.
Después de la guerra de Corea, la milenaria nación coreana queda divida en dos países. Corea del Norte, de supuesta orientación comunista, que queda en la órbita de la URSS y Corea del Sur, bajo protectorado de EE. UU.
Curiosamente, Corea del Sur en los años 70 mira hacia occidente, intentando emular su estilo de vida, pero se encuentra en una dictadura que impide la importación de productos cosméticos. Se produce en ese momento una reivindicación y recuperación de las tradiciones de belleza que las mujeres coreanas llevaban practicando desde tiempos inmemoriales, intentando adaptarlas a los tiempos modernos.
En los años 80 sucede el milagro económico. Corea del Sur atrae la inversión extranjera como consecuencia del bajo coste de su mano de obra. Las multinacionales se establecen en Corea del Sur, mientras los empresarios y emprendedores coreanos aprovechan la oportunidad para aprender todo lo que pueden de ellas. A principios de los años 90, algunos laboratorios coreanos fabrican productos cosméticos como marca blanca para grandes marcas internacionales.
Nada más entrar el siglo XXI, Corea del Sur atraviesa una profunda crisis económica. Para intentar salir de ella, el gobierno promueve las exportaciones. Los fabricantes coreanos se lanzan a vender sus propios productos por el mundo sin esconderse bajo el paraguas de empresas multinacionales. Se ve en el sector del motor con los coches de Daewoo y Hyundai, en la electrónica con las marcas LG y Samsung y por supuesto en la industria cosmética.
Corea ha llamado la atención del mundo entero y sobre todo de los más jóvenes con fenómenos culturales como el K-Pop, artistas y grupos musicales, el K-Drama, series de televisión coreanas y el Korean Style, muy ligado al K-Pop, que se refiere al mundo de la moda. Toda una estupenda campaña de marketing que favorece la venta de productos coreanos.
Los 10 pasos de la cosmética coreana.
Como hemos señalado anteriormente, la cosmética en Corea no se entiende como el uso de tal o cual producto, sino como la aplicación de un protocolo que pretende el cuidado del rostro en profundidad. Esto se traduce en 10 pasos que las coreanas realizan todos los días para estar guapas, y que muchos expertos en estética ponen de ejemplo para todas las mujeres. Los 10 pasos de la rutina de belleza coreana son:
- Limpieza del rostro. Se limpia la cara con un producto con base de aceite. De esta forma podremos eliminar con facilidad cualquier resto de maquillaje y suciedad que quede en la cara.
- Doble limpieza. Acto seguido se lava la cara con agua y con jabón. Para ello se utiliza un jabón neutro que no reseque la piel.
- Acción exfoliante. Es imprescindible retirar la piel muerta para que haya una mejor absorción de los siguientes productos. Aunque nos parezca extraño, en la cara también tenemos piel muerta. Es aquella que se aprecia seca y áspera. Las coreanas, aunque no la tengan, utilizan productos exfoliantes suaves con un sentido preventivo.
- Tonificación. Para este paso se utilizan tónicos vegetales con un pH neutro que prepara la piel para el resto de los productos.
- Este es el paso central de la rutina coreana. Se trata de suministrar a la piel vitaminas que se aplican a base de palmadas.
- Sérum. Este es un concentrado de activos que penetran hasta las capas profundas de la piel nutriéndola desde dentro.
- Mascarilla. La colocación de una mascarilla hidratante es un paso extra que las coreanas realizan al menos una vez por semana.
- Contorno de ojos. El cuidado de los parpados y la zona de las ojeras es una parte del rostro a las que las coreanas prestan especial atención, ya que se trata de un área especialmente sensible.
- Hidratación. Para mantener la piel perfectamente hidratada se extienden por todo el rostro y el cuello cremas hidratantes.
- Protección solar. Este es un paso fundamental para conservar la piel homogénea y firme.
Como hemos visto se trata de una rutina intensa de cuidado de la piel que aplicándola de forma recurrente tiene efectos antiedad.
Desde un punto de vista comercial también resulta atractiva, ya que para cada paso se necesitan productos específicos para obtener el resultado deseado.
Los cosméticos coreanos que más triunfan.
La revista Vogue publicó recientemente un interesante artículo con los productos de cosmética coreana más vendidos. Sin entrar en marcas ni en productos concretos, podemos decir que estos se aglutinan en 5 categorías:
- Sérum.
Los sérum coreanos elaborados a partir de productos naturales como la baba de caracol son apreciados internacionalmente. Tiene un efecto regenerador y poseen propiedades cicatrizantes. Homogeneizan todo el rostro, eliminado progresivamente las marcas en la piel dejadas por granos o por poros excesivamente abiertos. Por otro lado, son bastante eficaces combatiendo arrugas y líneas de expresión.
- Cremas limpiadoras.
La limpieza es el punto 0 de la rutina de belleza coreana. Para ello emplean cremas y bálsamos elaborados a base de aceites esenciales naturales como el aceite de basabú o el del árbol del té, que además de disolver toda la suciedad nutren la piel y tiene un efecto calmante. Todo lo contario que los desmaquilladores con base de alcohol que se utilizaban en los años 90.
- Cuidado de ojos y labios.
El cuidado de los ojos y los labios ocupa un papel importante en la cosmética coreana. Son zonas especialmente sensibles que pueden resecarse y que requieren de una nutrición e hidratación especial. Para ello, los laboratorios coreanos fabrican desde cremas enriquecidas con vitaminas hasta parches y mascarillas para labios y ojos.
- Productos exfoliantes.
Los geles y cremas exfoliantes son un rasgo distintivo de la cosmética coreana, ya que se utilizan casi a diario y deben ser suaves. Muchos de estos productos realizan un peeling químico que eliminan las células muertas sin llegar a dañar la piel sana. Al fabricarse con productos naturales como el limón resultan refrescantes y nutren la piel con vitamina C, resaltando la luminosidad del rostro.
- Cremas hidratantes.
La hidratación de la piel es un punto clave en el tratamiento de belleza coreano. Para ello fabrican cremas ligeras con textura de gel, que se absorben rápidamente y que además de humedecer las células de la piel, tiene un efecto antioxidante y potencian su elasticidad.
Productos de origen natural.
Al igual que la medicina tradicional china concentra conocimientos acumulados durante siglos sobre el efecto que plantas y productos naturales tienen sobre la salud humana, la cosmética coreana hace lo propio sobre el cuidado del rostro.
Para que nos hagamos una idea, en la cosmética coreana se emplean con frecuencia productos como el té verde, el almidón del arroz, el ginseng, la centella asiática (que es una hierba tropical), o la baba de caracol.
Como sucede con la medicina tradicional china parte de un planteamiento preventivo y acumulativo. Algunos de los pasos de la rutina de belleza coreana previenen y se adelantan a problemas que pudieran surgir en la piel. No se aplica un exfoliante porque tengamos acné o hidratamos la piel porque se encuentre excesivamente seca. Estamos cuidando el rostro para evitar que se sienta dañado.
Los efectos de esta cosmética son acumulativos. Nuestra piel se ve más bella, tanto en cuanto apliquemos el tratamiento paso por paso, con regularidad y asiduidad. De poco sirve que un día hagamos el protocolo al completo, si no volvemos a repetirlo hasta pasado unos meses.
La cosmética coreana se basa en crear una rutina diaria de cuidado personal.