Algunas personas se sienten inferiores a los demás y tienen una autoestima baja. Los expertos explican que muchas veces el origen de este complejo está en la infancia, porque no contar con el amor y la aceptación de unos padres puede ser una de las causas. Aunque la persona también puede sentirse inferior si sus padres son muy protectores.
El médico y psicoterapeuta austríaco Alfred Adler empezó a estudiar el complejo de superioridad y complejo de inferioridad porque creía que todos tenemos un sentimiento de inferioridad, pero él consideraba que era un aspecto positivo, ya que ese complejo nos impulsa a esforzarnos y desarrollarnos. Aunque el complejo de inferioridad se convierte en un problema cuando esa sensación de insuficiencia nos deprime.
Este experto explicaba que todos nacemos con un potencial intrínsecamente bueno, pero podemos desarrollar ese concepto de inferioridad cuando no nos sentimos aceptados y queridos. Si no sentimos cariño y amor en la infancia, podemos tener la convicción de que valemos menos que los demás.
Adler pensaba que este sentido de inferioridad podía deberse a una inadecuada educación de los padres, es decir, una educación demasiado autoritaria o, por el contrario, una educación demasiado consentidora o sobreprotectora. Cualquier persona en alguna ocasión puede sentirse inferior a otra, especialmente cuando estamos en clase o en un grupo de amigos, pero si ese complejo continúa en la etapa adulta, puede alterar el comportamiento y provocar una baja autoestima. El diario 20 minutos explica las personas que tienen una baja autoestima son muy autoexigentes y minimizan sus méritos.
¿Cuáles son los síntomas del complejo de inferioridad?
Los expertos en diferentes áreas de la salud mental de Haya psicólogos nos explican que los sintomas principales del complejo de inferioridad son los siguientes:
–Baja autoestima: la persona con este complejo tiene una baja autoestima y cree que no es capaz de conseguir sus metas
–Poca confianza: otro de los síntomas es escasa confianza en uno mismo porque considera que no está a la altura de los otros.
-Timidez: la persona con este complejo es muy tímida y le cuesta relacionarse con los demás. Además, muestra una
gran timidez en los contextos sociales y tiene una escasa vida social.
–Complacer a los demás: suele complacer de manera excesiva a los demás, ya que considera que los otros son superiores.
–No toma decisiones: tiene dificultad para tomar decisiones y muestra una escasa autonomía, por lo que se tiende a depender de las opiniones de los demás.
–No valora sus logros: suele menospreciar sus logros y objetivos, ya que considera que no se lo merece.
–Valora los logros de los demás: pero si sobrevalora los logros de los demás porque cree que son mejores que él.
-Lesionarse: la persona con este complejo de inferioridad puede recurrir a la autoagresión.
¿Cuáles son las causas que pueden originar el complejo de inferioridad?
Son diversas las causas que pueden originar este complejo y resulta de vital importancia dar con ellas para abordar su tratamiento terapéutico. Las causas son:
–Poca protección: en muchas ocasiones el complejo de inferioridad tiene su origen en la infancia. Algunas personas se sienten inferiores porque no contaron con el amor, la protección y la motivación de sus padres durante esta etapa.
-Sobreprotección: otra veces el complejo de inferioridad tiene su origen en la sobreprotección. Esto ocurre porque los padres no dejan que el niño tome sus decisiones.
–Defectos físicos: una peculiaridad física podría contribuir a la aparición de este complejo. La persona se siente inferior cuando considera que tiene sobrepeso, una nariz grande o es alto o más bajo que los demás.
-Autoexigente: cuando la persona considera que no es apto para realizar algo aunque ni siquiera se haya intentado previamente. Ser demasiado exigente con uno mismo puede provocar este complejo.
-Debilidades: cuando la persona se centra constantemente en sus debilidades y cree que no se posee determinadas habilidades como ser inteligente, o tener don de gentes para relacionarse.
-Críticas: la persona puede sufrir este complejo si ha recibido críticas de forma continua por padres, profesores o compañeros. Si el niño es aceptado y recibe el cariño de sus padres, probablemente crezca como un adulto seguro de sí mismo y tendrá más tendencia a desarrollar una imagen positiva de si mismo. Pero si se le critica o no se valora sus cualidades, puede sentirse ese complejo de inferioridad en la etapa adulta.
Cuando este complejo afecta el comportamiento y la autoestima, es necesario buscar ayuda terapéutica. El psicólogo establecerá las pautas para buscar las causas qué lo han originado para que el paciente empiece a percibirse de otra manera.