Diferenciar la comida o bebida que produces le hará hueco en nuestra gastronomía

A todos nos gusta comer, ¿verdad? Hablamos de uno de los máximos placeres que podemos tener en la vida… y la verdad es que es perfectamente lógico que así sea, para qué nos vamos a engañar. A todos y todas nos agrada que en nuestra mesa tenga productos de calidad y que sean sabrosos. Eso es lo que nos va a permitir disfrutar de un momento sin igual, que hemos estado esperando durante todo el día y que nos va a dejar un regusto en el paladar que nos va a permitir afrontar con energía todo lo que quede de día.

Podemos sentirnos muy afortunados porque vivimos en un país en el que la gastronomía es absolutamente increíble. No todo el mundo puede disfrutar de jamón, queso, vino, migas, pulpo, paella o aceite de oliva de primera calidad. Tenemos de todo en España y la verdad es que hay pocos lugares en el mundo que tengan la capacidad de superar todo eso que nosotros podemos ofrecer. Todos aquellos que vienen se sienten atraídos poderosamente por nuestras habilidades culinarias y por los productos con los que trabajamos en este sentido.

Fijaros en la importancia que tiene este tema: en el año 2022, y según los datos que maneja el portal web Hosteltur, el turismo gastronómico supuso en España la facturación de un total de 22.700 millones de euros. Se trata de una cifra realmente poderosa y que también contribuyó para terminar con los problemas económicos causados por la pandemia en los dos años anteriores. En 2022, el 24% de los turistas que visitaron algún lugar de nuestra geografía realizaron algún tipo de actividad gastronómica, desembolsando un dinero que fue el 26% del total de lo facturado por el turismo en el interior de nuestras fronteras. Además, y por si fuera poco, en los primeros nueve meses de 2023 continuó la tendencia y 16’5 millones de turistas se animaron a realizar alguna de esas actividades gastronómicas.

De acuerdo con otra noticia, en este caso del diario La Razón, España disponía de la tercera gastronomía en importancia de todo el mundo. Solo nos han superado Italia y Grecia, pero estamos seguros de que nos vamos a colocar a la cabeza más pronto que tarde. No estamos lejos de ellas. Los italianos obtienen una puntuación de 4’72 puntos sobre 5, seguidos por los griegos, que se encuentran solamente a 3 centésimas. España está cerquita de ambos, con una nota de 4’59, y como decimos, no va a tardar en colocarse por delante porque de verdad disponemos de productos y materias primas que para sí quisiera el resto del mundo.

Pero debemos tener en cuenta una cuestión. Para que tengamos el éxito que estamos deseando obtener en materia gastronómica, el marketing que hagamos también es elemental. De hecho, sin él sería completamente imposible que pudiéramos ganar clientes y llamar la atención de la gente que nos visita y de los propios españoles y españolas de una manera poderosa.

En los párrafos que siguen, y una vez introducido el asunto, os voy a comentar lo importante que ha resultado para mí, que soy un productor de vino de la zona de La Mancha, el marketing que hago de los productos que vendo. Nuestra zona siempre ha sido importante en lo que tiene que ver con la producción de este tipo de caldos. Nuestros campos están copados de viñas y la producción que tenemos es considerable. Tenemos nuestro público y la verdad es que nos va muy bien siempre que las lluvias o el tiempo no nos estropeen la cosecha, algo que ha pasado alguna vez pero que no es habitual.

El vino manchego tiene su aceptación y dispone de una buena imagen entre los consumidores habituales de vino de nuestro país y de todos los visitantes que recibe, pero precisamente por lo que os comentaba antes, por el hecho de que en mi zona tenemos muchas viñas y hay muchos productores, se hace necesario que mi producción se diferencie de las demás en algo. Si somos todos iguales, está claro que no vamos a poder crecer en la medida en la que nos gustaría. Así que hay que intervenir para lograr mejoras.

La manera que yo he encontrado de intervenir en el aumento de ventas de mi producto tiene que ver con el marketing con el que le visto. Hay muchos vinos de La Mancha, pero ninguno con la etiqueta de la que disponemos nosotros, que se diferencia en buena medida de la de los demás vinos y que hace que la botella sea más visible que la del resto de mis competidores. Lo que hice fue buscar un proveedor que me brindara la suficiente confianza como para lograr ese diseño, algo que conseguí gracias a Empacke puesto que ellos son especialistas en todo lo que tiene que ver con productos de alimentación y conocen el sector en el que me muevo y las necesidades que tengo.

No seamos ingenuos: la etiqueta tiene una relevancia increíble en todo lo que tiene que ver con la venta no solo de vino, sino de cualquier otro tipo de producto. Es uno de los elementos más poderosos de marketing porque, además de llamar la atención a las personas que se encuentran a su lado, también la puede llamar a través de las redes sociales. Ser originales es algo que nos puede venir muy bien en este sentido y para vender mucho más de lo que tenemos estipulado. Y creo que, en el caso que atañe a mi empresa, hemos sabido gestionar este tema de una manera muy competente.

Los resultados que hemos manejado en nuestro negocio han refrendado de una manera bastante poderosa lo que estoy comentando. Las ventas han crecido y el producto que estamos vendiendo es exactamente el mismo que hemos comercializado otros años, así que la explicación que podemos ofrecer es que hemos hecho una buena campaña de marketing y que es eso lo que nos ha colocado a la vanguardia de un sector en el que no es fácil competir y en el que hay una barbaridad de productores por cada denominación de origen.

Tenemos la sensación de que el crecimiento no ha terminado todavía y que vamos a seguir vendiendo mucho vino de cara a los años que están por venir. Este año, además, hemos tenido la suerte de que la cosecha ha sido buena y no hemos tenido que lamentar pérdidas que otras veces sí hemos tenido que asumir por culpa de las heladas o de un exceso de calor. Solo podemos ir hacia arriba a pesar de que ya hemos crecido mucho. Y esa es la mejor noticia que nos podían dar.

La etiqueta marca el resto de la campaña 

La importancia que tiene una etiqueta en un vino es elemental ya no solo para que el producto sea bien visto por el cliente cuando acude a un determinado establecimiento a comprarlo, sino también porque va a marcar el diseño que vamos a establecer para las campañas que hagamos con dicho producto. Si la etiqueta es azul, las creatividades en redes sociales van a tener un marcado tono azul, así que debemos estudiar qué tipo de color vamos a querer que destaque en todas nuestras comunicaciones antes de diseñar la sola etiqueta.

Si la etiqueta es atractiva y las creatividades que realizamos para la campaña también lo son, tenemos todas las de ganar. Y os lo digo por experiencia. Por tanto, el diseño de la etiqueta es el primer paso, es la base para conseguir el éxito que esperamos atesorar con el lanzamiento de un producto. Como es lógico, hablo de vino porque es lo mío, pero esta cuestión la podemos extrapolar a cualquier alimento y a cualquier producto en general. Y es que la etiqueta genera una primera impresión que podría equipararse a la sonrisa de una persona cuando la conocemos.

Hay que cuidar al máximo de un detalle como este. Su diseño no puede quedar en manos de cualquiera y es necesario detenernos en este punto tanto tiempo como sea posible. Cada uno de los detalles que configuran esta etiqueta harán posible que esta sea especial y que tenga un toque que quizá ninguna otra etiqueta tenga. El trabajo es saber cómo conseguir darle ese toque y que se corresponda con los valores que transmite ese producto y la empresa que se ha encargado de elaborarlo.

Vivimos en la sociedad del marketing y en la de la imagen, así que debemos tener todo el cuidado del mundo con un trabajo como el diseño de etiquetas o del packaging en el que se encuentran. Es la llave del éxito y lo que nos va a permitir crecer como negocio y consolidar nuestra presencia en el mercado. Es cierto que hay que realizar una serie más amplia de cuestiones, pero no cabe la menor duda de que esta es una de las principales sin que haya opción alguna para la duda.