La importancia de las cortinas en nuestro hogar

Muchos no saben que puede llegar a tener para nosotros la elección de algo tan básico como las cortinas para nuestra casa. La disposición, el material, la transparencia, el color… son elementos tan a tener en cuenta que no te haces una idea de cómo una cosa u otra puede llegar a interferir en nuestra salud mental.

Y es que, aunque nunca nos hayan instruido en ello, has de saber que los elementos decorativos que escogemos para nuestro hogar influyen en nuestro estado de ánimo más de lo que piensas.

Hoy, nos centramos en uno en concreto: las cortinas.

 

De todas clases, telas, colores y tamaños

Si miras a cualquier casa de la calle, pronto te darás cuenta de que existen un sinfín diferente de casas con cortinas de diferente forma: las hay blanca, blancas, vedes, violetas, las hay que transparentan y que no, las hay de seda y de algodón, hay casas que ni siquiera tienen cortinas y dejan el hueco de la ventana cerrado con cristaleras o con puertas de madera.

Esto es a juicio de cada uno, por supuesto, pero yo voy a darte hoy varios consejos para escoger la mejor cortina sin que influya en tu felicidad y en tu salud.

 

Antes que nada…

¿Sabías que la invención de las cortinas se remonta al antiguo Egipto?

Pero no te pienses que todas las personas de la ciudad tenían acceso a ellas, no. ¡En absoluto! Las cortinas eran percibidas como elementos decorativos super exótico de las clases más pudientes. Esto quiere decir que no ibas a ver una casa campesina con cortinas, ¡sino los mejores palacios! Generalmente, los faraones usaban las cortinas para colindar las estancias enormes que no tenían muros divisores, y usaban las cortinas para ese mismo fin.

Ah, por cierto, has de saber también que esas cortinas eran realizadas con telas que eran traídas de la lejana Asia. ¡O sea, lo mejor de lo mejor!

Pero la cosa, claro está, no se detuvo ahí, porque nunca desaparecieron de la historia.

En Roma seguía siendo un elemento decorativo de las clases más adineradas, solo al alcance de los más pudientes y poderosos. Además, también tenían un matiz de protección misterio y sensualidad para la separación del hombre.

Entonces, ¿cuándo comienza a tener una asimilación más parecida a lo que conocemos como cortinas hoy día?

¡En el siglo V! Cuando la edad media dio comienzo, la cortina comenzó a conseguir un concepto mucho más parecido a lo que conocemos de ella actualmente y, por primera vez, se usa para lo que realmente se usa hoy día: aislante del frío. Por primera vez en la historia, pasa de ser un elemento puramente decorativo de las clases pudientes y comienza a tener un uso más generalizado y un fin mucho más genérico.

En el renacimiento surge una mezcla y se retoma, una vez más, el elemento decorativo en la cortina. Pero no solo eso: es en el renacimiento donde se usa este elemento como dos posibles utilidades, tanto decorativo como aislante. De nuevo, traían las telas desde el lejano oriente (debido a que eran telas muy buenas) y cubrían con ellas los corredores de los palacios y enormes casas pudientes). Además de esto, empezaron a crear cortinas con elementos a su alcance, sobre todo animales y naturales, tales como lana, algodón, vegetales… Y, por supuesto, la sofisticaron para que fuesen totalmente funcional, tanto en decoración como en aislamiento.

Sería en el barroco, esa época donde se arriesgaron como nunca en poesía, en arte, en arquitectura y en decoración. Decidieron innovar y verter en las ramas artísticas todo el material posible que estuviese a su alcance, tanto material como en mentalidad y creatividad. Es por esto que será a partir del 1600 cuando las cortinas consigan todo su potencial, tanto en decoración como en funcionalidad. La cortina en sí no es una novedad, ¡pero sí la forma de utilizarlas y, sobre todo, en su diseño! Más elevadas, con colores más bonitos, con dibujos más espectaculares… todo servía para darle una nueva perspectiva.

Con la llegada del S. XX, retomaríamos la sencillez de las cortinas en contraposición de las nuevas tecnologías, como una forma de regresar a lo sencillo y cotidiano para alejarnos de lo abrumador que supone para nuestra mente el estrés de las redes sociales y de internet. La elegancia plena… en la sencillez de sus diseños.

 

Vamos al tema que nos ocupa: ¡consejos para elegir las mejores cortinas!

Va a depender de muchísimas cosas… sobre todo, de tus gustos y de tu perspectiva. Porque por mucho que yo te diga, tu opinión es la que más importa, por mucho que yo te diga que tal color no pega con tal cortina. Por lo tanto, lee el siguiente listado de consejos recordando que la única opinión que importa es, y siempre será, la tuya.

Desde El Telar de Rosa, expertos en cortinas de noche y día enrollables en Cáceres, nos aconsejan, además, que acudamos a la ayuda de un asesor profesional del sector textil y de las cortinas para orientarnos en el uso de las cortinas en nuestro hogar, para tener una posible guía que poder seguir cuando nos sintamos desorientados.

 

  1. Elige telas y colores para tus cortinas que permitan entrar la luz.

¿Sabes lo importante que es la luz para una casa y para nuestro estado de ánimo, en general? Por si no lo sabes, la salud mental depende en gran medida de la luz que tengamos en todos los aspectos de nuestra vida.

Si lees este artículo detenidamente, podrás comprobarlo por ti mismo. Además, solo basta con que te vayas a vivir en una temporada a dos sitios diferentes. ¡Pruébalo y te darás cuenta por ti mismo de lo que hablo!

  • Una casa que no tenga suficiente luz.
  • Una ciudad donde siempre llueva (como las ciudades del norte).

Yo lo he hecho, he hecho ambas cosas durante largos periodos de tiempo. Y, además de que mi esposo tuvo un serio empeoramiento de salud (déficit fuerte de Vitamina D, la que nos da el sol), nuestro estado de ánimo menguó considerablemente.

Por ello, uno de los consejos que te vamos a dar es que, elijas la cortina que elijas, te asegures de que esta no impida que nos llegue la luz del sol. Puede que las primeras semanas tras la instalación de las cortinas no notes la escasez de luz… pero, con el tiempo, te aseguro que vas a notar cómo cambia todo en tu mente y en tu cuerpo.

 

  1. Existe telas para todo tipo de personas, incluso las ecológicas.

No sé si sabes que la tendencia ecológica está de moda. Para todo aquel que no lo sepa, los “ecológicos” son aquellas personas que hacen todo lo que sea posible por respetar el medio ambiente: no comprar alimentos con químicos, sino simplemente los que vengan del cambio y sean totalmente naturales; no hacerse con ropas o maquillaje que hayan sido testados en animales; reciclar… Son personas amantes del medio ambiente que hacen todo lo posible por cuidarlo y por frenar la enorme contaminación que nos acecha estos años.

Y, sí, la moda ecológica también ha llegado hasta las cortinas. Si, como yo, eres una persona amante de los animales y no soporta que les hagan daño, has de saber que existen muchas opciones para poder conseguir la cortina que mejor le sienta a tu casa sin necesidad de que su tela provenga de material animal.

De hecho, para no dañar más al planeta, también está la opción de comprar cortinas sostenibles y de segunda mano, de modo que no contribuyes a la generación de residuos que dañan el planeta y el medio ambiente.

 

  1. ¿Qué color y formas te gustan más, en relación con tu casa?

Al contrario que otras páginas, yo no voy a decirte qué color queda mejor con este u otro tipo de pared. Yo, en este caos, voy a darte un solo consejo al respecto: sigue tus gustos.

En lo personal, cuando yo elijo cosas para mi casa, trato de que estas cosas sean afines totalmente a mis gustos y a mi personalidad, aunque todos me digan que no pega ni con cola. Si yo quiero poner en una habitación blanca cortinas verdes o rosas, porque son mis colores favoritos, ¡las pongo, porque es lo que me gusta!

Nadie más que tú tiene la última palabra, y nadie más que tú puede elegir el color y la tela que quiere para su hogar. Por lo tanto, deja que tu corazón te guíe y estate feliz con el resultado, te diga lo que te digan los demás.

 

  1. ¿Y si no quieres cortinas?

Pues también está bien. A mí me encantan las casas con cortinas, las casas con estertores, las casas sin cortinas… cualquier cosa que decidas hacer para ti o para tu hogar va a estar perfectamente bien, y nadie ha de poder juzgarte por ello.

De hecho, he visto casas preciosas que, en vez de cortinas, tenían puertas de madera. ¡Y eran geniales! Por ello, de nuevo, deja de pensar en lo que digan los demás y sigue a tu corazón.

 

La última palabra no la tiene la gente, ni siquiera este artículo… la tiene tu corazón.