Llega la tediosa hora de cocinar… para ti solo o para un regimiento hambriento, ¡lo cual es mil veces peor! Abres la nevera, miras todo lo que almacenas en su interior, suspiras, cierras la nevera… y repites la misma rutina de nuevo, esta vez con el ceño fruncido.
¿A cuántos de nosotros no nos ha pasado todo esto? ¡Y a diario! De hecho, ahora mismo está siendo casi la hora de comer y aquí, rugiéndome la barriga y sabiendo de lo que voy a hablaros, ya se me hace un lío en la cabeza al pensar en qué voy a hacer de comer hoy.
Hoy vengo a ayudaros un poco, ¡a ver qué nos sale!
¿Comer… o comer sano?
En primer lugar, no todo lo que comemos es comida. ¡Qué redundancia más mala!
No obstante, es la verdad. ¿Tú le darías a tu hijo un menú de un restaurante de comida rápida todos los días? ¡Porque yo no! Y ojo, yo no digo que no esté buena, ¡porque vaya si lo está! A pesar de ello, se ha demostrado con el paso de los años que comer en ese tipo de comercios a diario puede resultar dañino para la salud.
Por lo que, hablando claro… si daña la salud, es evidente que no es saludable.
En este mundo tan contaminado por los pesticidas, los conservantes y todos los “E-” posibles, conseguir para nuestro organismo alimentos puros y totalmente libres de contaminantes es una tarea casi imposible.
Vas al supermercado y descubres, como me pasó a mí hace realmente poco tiempo, que un sándwich envasado, en teoría vegetal, contiene más productos dañinos para nuestra salud que un paquete de patatas fritas. ¡¿En qué cabeza cabe esto?! Cuando uno compra un sándwich vegetal, lo hace con la idea de que es más sano que un dulce, una tarta o un paquete de patatas. ¡Pues no! Y te reto a corroborarlo. Ve al supermercado más cercano y compruébalo por ti mismo.
A veces, cultivar tus propios alimentos, seleccionarlos de una granja o estudiar a fondo todas las etiquetas de un producto es muy, muy necesario.
Porque, ¿qué quieres: comer… o comer sano?
¡Yo lo tengo muy claro!
La fruta en la cocina
Cuando hablamos de comida sana no tenemos que hablar necesariamente de lechuga o tomates, en absoluto. Porque todos tendemos a pensar en verduras de huerta cuando nos hablan de esto. ¡Pero hay mucha más variedad para cocinar que solo eso!
Por ejemplo, la fruta, ese caldero lleno de oro (o, en este caso, de vitaminas) que beneficia enormemente a nuestra salud… ¡y con las que se pueden hacer recetas sumamente deliciosas!
¿No me crees? Centrémonos en la naranja.
Beneficios de la naranja
¿Sabes que la naranja es una fuente inmejorable de vitamina C? ¡Pero no solo de eso! La naranja contiene una cantidad de beneficios tan grande debido a los componentes que la conforman:
- Vitamina A: has de saber que esta vitamina es un importante aliado para la visión, el crecimiento, el desarrollo e, incluso, la reproducción. ¡Fíjate si es importante para nuestro organismo!
- Vitamina B1: solo sabiendo que es un importante escudo contra los problemas cardiacos, ya te hace tener una ligera idea de cuánto la necesitas. Pero no solo eso, porque, además, te llena de energía, estabilizará tu nivel de azúcar en sangre, mejorará el funcionamiento de tu sistema nervioso central y previene el Beriberi. ¡No es para tomárselo a risa!
- Vitamina B2: en este caso, esta vitamina nos ayudará al crecimiento, al desarrollo y a mantener un correcto funcionamiento en las células del cuerpo. ¡Casi nada!
- Vitamina C: la reina de la corona de las naranjas. Se encarga del crecimiento y de la reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. Pero no solo esto, también produce elementos tan importantes para nosotros como la piel, los tendones y los vasos sanguíneos, y ayuda a sanar heridas creando tejidos cicatriciales. ¡Una verdadera maravilla para nosotros!
- Ácido fólico: otro que se encarga de producir células nuevas en nuestro organismo. Además, produce glóbulos rojos (lo que previene la anemia). Previene defectos congénitos en la columna vertebral del bebé.
- Potasio: por último, este elemento ayuda a la función de los nervios, a la contracción de los músculos y a que nuestro ritmo cardiaco se mantenga constante.
Lo bueno de la naranja es que puede ser utilizada en la cocina de muchas formas distintas. No tienes que comértela solo y exclusivamente como una fruta.
¡Puedes cocinarla! ¿Quieres conocer algunos platos típicos para los que se usa la naranja? Atiende.
Recetas que utilicen la naranja
Encontrar alimentos sin pesticidas ni conservantes y que sean 100% naturales es, cada vez, más y más difícil. Por eso, considero muy importante recurrir a empresas comprometidas con la salud humana para elaborar nuestros platos más deliciosos. Como es el caso de Cítricos Siscaret – Naranjas al día, una empresa valenciana antiquísima que comercializa con naranjas frescas y sin conservantes directamente salidas del árbol a tu plato.
Y es que, dado que vas a emplear el tiempo en elaborar un plato en condiciones y saludable para comer, ¡al menos que sea fresco y sano!
Mira, te presento un menú típico (entrante – ensalada – primer y segundo plato – postre), todos ellos elaborados con naranja. ¡Y todos ellos deliciosos y exquisitos!
- Bombas de queso con naranja
Este entrante es una verdadera delicia de los dioses, y solo necesitas láminas de pasta, naranja y queso. Es un pelín elaborado, ¡pero el resultado merecerá la pena con creces!
- Ensalada de patatas con naranja
Puede que, como yo, seas vegetariano y no quieres mezclar naranja con carne. ¡Mantén la calma, porque también es posible utilizar la naranja para una rica ensalada que te hará la boca agua!
Es facilísimo y baratísimo de elaborar, porque solo necesitas patatas, cebolla, naranjas y condimentos. ¡Y tendrás una estupendísima y deliciosa ensalada con la que presumir con tus amigos más cercanos!
- Pato a la naranja
¿Quién no ha oído hablar de esta maravilla? Bueno, pues su origen es francés, y es un plato muy fácil de encontrar en cualquier mesa en las fiestas navideñas.
Lo que hace especial este manjar es la mezcla de la salsa un pelín agridulce con el ácido de la naranja. ¡pero te aseguro que merece la pena probarlo!
- Dorada con calabacines en salsa de naranja
Esto ya es un pelín más elaborado, pero te prometo que merecerá la pena tan solo por el maravilloso sabor que degustarás.
La receta es demasiado elaborada como para poder ponerla en un artículo sin que tengáis que leer un texto enorme, pero podéis buscarlo en Google. Es un plato tan delicioso que podrás encontrar miles de recetas por ahí. Sin embargo, todo se basa en lo mismo: ¡naranjas!
- Gelatina de naranja
No todo tiene que ser comidas, ¡también puedes hacer postres! Y es que esta gelatina es tan sencilla de hacer que, te lo aseguro, ¡la harás más de una vez!
Solo necesitas hojas de gelatina, agua, naranjas, ¡y diez – quince minutos! ¡Y ya tendrás listo un postre con el que harás que tus invitados envidien tus dotes culinarias!
Comer bien nunca fue tan fácil
Acabas de comprobar por ti mismo lo sencillo que es elaborar un plato de cualquier tipo (carne, pescado o ensalada) con una fruta tan sana y necesaria como lo es la naranja.
Solo has de elegir la fruta correcta (es decir, natural, sin contaminantes ni pesticidas) para poder disfrutar de un menú sano y equilibrado y que tu cuerpo te lo agradezca.
Olvídate de las cadenas de comida rápida, porque te aseguro que no van a tener el tiempo necesario para prepararte un menú saludable para ti que no sea dañino.
Elige sabiamente para poder comer bien y que tu cuerpo te lo agradezca.
¡Buen provecho!